domingo, 17 de febrero de 2013


Capitulo 4- ¿Tú ya?

¿Qué era lo que estaba pasando? Kaito no podía explicarlo con palabras simples, sentía que todo su cuerpo se estremecía y el calor que jamás le había invadido antes se hacía partícipe de todo su ser.

¿Len? Pero… no, no había nada pequeño en esa escena, y Kaito se reprendió mentalmente por pensar en ello.

-¿Kaito?- Len se empezaba a frustrar por la lentitud en los reflejos del otro muchacho- ¿Qué esperas?

Kaito no podía mencionar nada, no podía razonar, todo su ser estaba envuelto en una fina tela de confusión en la que no podía ver más allá del calor que su cuerpo recibía con tan ligero toque.

Len chasqueó la lengua con fastidio, le perturbaba la lentitud de Kaito,pensaba que en cuanto hiciera eso tendría al otro chico a sus pies, sin embargo sólo había logrado un estado de shock. Se quitó de atrás y camino hasta quedar frente a Kaito, lo miró fijamente a los ojos mientras se subía a sus piernas, quedó sentado encima de él con sus piernas a los lados; le pasó suavemente los brazos por el cuello, sobre la bufanda y sonrió sensualmente.

-¿Kaito, iremos o no?- murmuró, comenzando a acomodarse entre las piernas de Kaito, sólo para saborear lo que tanto anhelaba- ¿Ya te emocionaste?-río por lo bajo ante su respuesta física.

Kaito podía sentir su sonrojo, un profundo color rojo en sus mejillas y aquello que en su cuerpo había despertado con tan sólo unas palabras; y tenerlo allí a su merced, queriendo algo más, dispuesto a todo. Len, ese niño que le daba miedo y le llamaba la atención, le estaba pidiendo que fueran a su habitación… ¿Qué es lo que debía hacer?

-Len- por fin habló, automáticamente pasó sus manos alrededor del cuerpo del niño- Pero ¿¡Qué estoy haciendo?!-siguió reprendiéndose sin controlar su cuerpo del todo- Len…

Podía sentir el cuerpo del pequeño, es cuando se dio cuenta que su ropa no era lo suficientemente gruesa. Bajó su vista un poco y vio las blancas piernas de Len, sintió unas terribles ganas de acariciarlas, de que estuvieran aferradas a su cintura…

-Eres lento- Len sonrió y depositó un pequeño beso en su mejilla-Nii-chan

-¿¡Cómo puede tener el descaro de llamarme así en un momento como este?!- seguía pensando demasiado, pero de todos modos no había nada que pudiese hacer, ¿o si?

Kaito podía sentir su propia erección y casi grita cuando Len comenzó a moverse morbosamente por sobre sus piernas, juntando sus partes íntimas de una manera deliciosa que le hizo aferrarse más a ese abrazo.

No podía contenerse, tenía que… tenía que…

-¿Qué hacen despiertos a esta hora?- la voz de Luka los sacó de sus intenciones en tan sólo mili segundos de tiempo.

-¡Ah!- Kaito separó a Len por los hombros y se puso de pie con el niño entre sus brazos- Es que estábamos leyendo y Len se quedó dormido- rió mirando a Luka- lo llevaré a…a…

-¿A su cama?- Luka tenía los ojos entre cerrados, por lo que no podía ver muy bien la escena. Con su larga pijama de seda y los cabellos alborotados abrió el refrigerador para sacar un aperitivo de media noche.

-¡Si!- se notaba claramente el nerviosísimo en sus palabras. Pero rogaba a Dios para que Luka no lo mirara de la cintura para abajo.

La chica simplemente asintió y dejó que los dos chicos se fueran.

-Espera Kaito-  volteó  verlos, ellos de espaldas hacía ella- La habitación de los gemelos está cerrada con llave… intenté entrar para ver que ya estaban dormidos pero no pude, quizá tienen problemas de inseguridad-comenzó a comer su aperitivo- como sea, será mejor que lleves a Len a tu habitación, no quiero que despiertes a Rin.

Kaito tragó saliva y Len mostró una pequeña sonrisilla haciéndose el dormido. Lo importante era que Luka no los había descubierto, porque claro, si eso hubiera pasado el único culpable sería Kaito, Len sólo se convertiría en el niño violado, víctima del abuso y la perversión… No podía dejar que Luka tuviese esa imagen de él.

Caminó por el pasillo oscuro hasta llegar a su habitación y escabullirse en ella sin ningún problema.

-¿Por qué habrá cerrado la puerta?- Len bajó de los brazos de Kaito y bostezó- eso es raro…- ahora lo único que estaba en su mente, era el por qué su hermana lo había dejado afuera.

-Quizá…- lo pensó mejor y decidió no decir nada. Lo que estaba pensando iba más allá de lo que le podía decir a Len, y además, Rin era su hermana y no pretendía que los gemelos pelearan o algo por el estilo- simplemente cuando saliste pusiste el seguro.

-A lo mejor- bostezó con mayor fuerza y se metió en la cama- Dormirás conmigo, ¿verdad?

Kaito se retiró la bufanda del cuello y suspiró. Se comenzó a desvestir sin importarle que Len estuviese presente y se metió a la cama.

-¿Me abrazas?- Len lo miró con esos ojos azules.

Había algo en aquellos ojos, que eran diferente a los suyos, tenían un dejo de… perversión.

Kaito sólo asintió y tomó al pequeño entre sus brazos, no podía quitar de su cabeza lo que acababa de pasar en la sala, pero no quería tomarle mucha importancia, después de todo Len era sólo un niño.

***

Cuando despertó hacia el nuevo día, escuchó los quejidos de Miku del otro lado de su puerta, escuchó que Rin corría demasiado feliz y Gakupo iba detrás de ella, entonces… alguien tocó a su puerta.

-Kaito, ¿Puedo pasar?- era la dulce voz de Luka.

Se talló los ojos y respiró profundamente sintiendo un peso en su pecho,miró y se encontró con la rubia cabellera de Len, se había quedado dormido en su pecho.

-Si- dijo con voz firme mientras la chica abría la puerta.

-Kaito- cerró la puerta detrás de ella y se sorprendió al ver a Len- Que lindo, parecen hermanos- sonrió dulcemente ante la escena y luego volvió a lo que venía- Kaito, creo que Gakupo se trae algo con Rin, ¿No lo crees? Digo… me preocupa- la chica cruzó sus manos frente a su pecho.

-Luka, ellos son más maduros de lo que crees- pasó una de sus manos por el cabello de Len, maravillado ante lo hermoso y tierno que se veía cuando estaba dormido- No creo que Rin se dejaría hacer algo por Gakupo y además, tu sabes que no es un mal sujeto, sólo es un poco…

-¡Reverendo idiota!- Luka suspiró- De todos modos, voy a encargarte a los gemelos a ti.

-¡¿A mi!?- se alarmó, eso significaba que…

-Si- dicho esto abrió la puerta para salir- ah, ya está el desayuno, así que ya despierten.

Se quedó allí, medio dormido, con una preocupación más en su pecho y el hecho de que si Len volvía a tratar de seducirlo… quizá se ganaría un gran título de “pedófilo” en su cabeza. Y es que no podía evitarlo, veía a Len como un niño, pero todo lo que decía y como actuaba le hacían parecer inclusive mayor que él.

-Len- le pasó una de sus manos por la espalda- debemos desayunar ahora.

El rubio despertó con un gran bostezo, tallándose uno de sus ojos con el dorso de su mano. Se puso de pie y no dijo nada, simplemente salió de la habitación de Kaito para entrar a su habitación. Abrió sus cajones y buscó algunas de sus ropas, fue entonces cuando volteó a ver el pizarrón.

“Ya” estaba escrito con el plumón morado.

Sus ojos se abrieron de par en par y un escalofrío recorrió su cuerpo.Tomó un plumón amarillo y escribió justo debajo de eso.

“¿Tu ya?”

Chasqueó la lengua con fastidio y salió de su habitación con el cabello suelto.

-Len, ¿quieres que te peine?- lo miró Rin con una sonrisa.

Len la miró y la examinó pensando en todo lo que significaba esa palabra en el pizarrón.

-No gracias- estaba frustrado, quería saber que significaba eso. Además,no podía creer que Rin hubiera hecho sin siquiera decírselo, eso era inaudito-Lo haré yo solo.

Se sentaron a la mesa y el desayuno pasó como algo banal, nadie dijo nada fuera de lo común y ni siquiera fue algo ameno. Luka estaba preocupada,Kaito seguía dormido mientras Miku estaba jalando su bufanda, Meiko comenzaba con sus primeras bebidas y los únicos que se veían diferentes eran Rin y Gakupo,el cual evitaba a toda costa la mirada de Len.


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